Hablar del H. Santiago Cantón puede ser muy sencillo y a la vez algo complejo. Es fácil darse cuenta que constantemente busca incentivar a sus hermanos, pero es difícil determinar de dónde tomó tanta fuerza para afrontar la muerte de un ser querido. Es simple contagiarse de su alegría, pero es complicado saber cuándo deja de estarlo; o si es posible que algún día esta persona tan feliz pueda vivir en desgracia.
Miércoles
Un destello de luz lo despierta y sin tener completa noción de lo que está pasando, se levanta de la cama. Al menos recuerda que su nombre es Santiago. Se dirige con prontitud a la ducha mientras que algo en su mente le disgusta...
¡Oh vaya!, es miércoles y el “Cristo Rey Nuestro” no fue en su amado español.
Repentinamente algo nota de sí en el espejo; se pregunta si estará quedando calvo, momento, es sólo una ilusión. Naturalmente su frente tiene la capacidad de absorber luz y transmitirla al exterior.
Feliz de haberse terminado de asear va directamente hacia la capilla para adorar a Aquel a quien le ha entregado su vida, y ejecutando devotamente su genuflexión – considerando también su actual molestia en la rodilla –, se sienta dando un fuerte suspiro. Sumamente fuerte.
Es consciente que dentro de algunos minutos tendrá la oportunidad de estar a solas con su Señor; por lo que recuerda con satisfacción que durante ese momento suele tener muy en cuenta a sus hermanos legionarios, de quienes guarda sumo aprecio.
Después de recibir fervoroso al Santísimo Sacramento y de haber disfrutado con intensa piedad de la hermosa liturgia, se dirige animadamente a deleitarse de unos chilaquiles que le recuerdan su raíz mexicana –no precisamente por lo picante –.
Entretanto, un inesperado pensamiento aborda su mente. Termina de comer con mucha agilidad, visita amorosamente a su bella Madre, se dirige a su escritorio para tomar la habitual lectura escrita por su gran amigo Posteguillo, y ya habiendo llegado frente al monitor, se deleita de la voz de Luis Miguel.
Estaba extasiado de tan formidable voz cuando de pronto, un anuncio aparece en su pantalla. No obstante, muy tranquilo confirma que sólo se trata de un nuevo video de Loret de Mola.
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